Una vez hubo alguién que me regaló
Estrellas que ríen,
más el Tiempo, el Inexorable, pasó
y sus huellas en mi dejó.
La vida se encargó de encerrar mi niña interior,
tu amable risa se desvaneció…
ya no la sentí más en el titilar de las estrellas,
así, un asteroide, una rosa y un cordero
se ausentaron de mi corazón.
Entonces, la vida misma, en su cotidianidad
te devuelve a mí,
no como el niño perdido en el desierto,
el Pequeño Príncipe,
que con sus preguntas y sabias palabras
una vez me robó el corazón.
Regresas a mí como el Joven Príncipe,
con esa inocencia y una profunda sabiduría,
capaz de producir cambios paradigmáticos
y esenciales en mi ser .
Me devolviste la mirada al cielo,
te escucho en el centelleante firmamento
y me siento dichosa porque
…las Estrellas vuelven a reír!
“Reflexiones”
Por LeahLuna
A propósito de haber leído el libro
“El Regreso del Joven Príncipe”
de A. G. Roemmers
Imagen tomada del Internet.